La artesanía local lleva varios años en desarrollo, con el objetivo de alcanzar una rentabilidad aceptable y al mismo nivel que los municipios colindantes. Un buen exponente de la artesanía local es la cestería, elaborada a partir de ramas de olivo, caña y esparto. También destacan la marroquinería, que ocupa a buena parte de la población más joven, y los trabajos en cerámica o la azulejería vidriada, que actualmente es un sector incipiente. Las labores con mantones, ganchillo y colchas también son dignas de mención, algunas de ellas expuestas en los balcones de las viviendas durante la celebración del Corpus.