Para conocer los orígenes de la Comarca de la Sierra de Cádiz nos remontaremos hasta el Paleolítico Inferior. Esto implica contar con un patrimonio rico en yacimientos arqueológicos diseminados por toda la zona y con más de 2.5 millones de años de historia. Hasta nuestros días, han sido numerosas las civilizaciones -y sus respectivas culturas- las que se han asentado por la geografía serrana, dejando a su paso un legado que ha perdurado hasta la actualidad.
De la etapa paleolítica destaca la conservación de necrópolis, enterramientos colectivos de gran valor a través de los podemos acercarnos a las milenarias costumbres de nuestros antepasados. Junto a los restos de asentamientos íberos, herramientas y enseres que podemos visitar, obtendremos una imagen bastante nítida de la vida de los primeros pobladores de la Sierra gaditana.
La grandeza que trajo consigo el dominio del Imperio Romano también alcanzaría las poblaciones de la comarca, que alcanzarían una época de prosperidad que se ve reflejada actualmente en los vestigios conservados. Restos de castillos, torres, calzadas o de murallas y antiguas ciudades repartidos por la geografía vienen a confirmar la opulencia experimentada en esta etapa.
La caída de Roma a manos de las fuerzas nazaríes supuso una ruptura absoluta con todos los pilares y valores asentados hasta el momento. Los cambios que trajo consigo el asentamiento del pueblo islámico se ponen de manifiesto en elementos como la religión, gastronomía o la arquitectura. El carácter convulso de esta época conllevó la edificación de recintos amurallados, torres, castillos que se preservan parcialmente. Las nuevas costumbres también se ven reflejadas en los yacimientos de enterramientos, dejando constancia de la desvinculación con las antiguas prácticas romanas.
La Reconquista por parte de las tropas cristianas vuelve a suponer un cisma en la vida y hábitos de los ciudadanos de la comarca serrana. El profundo sentir religioso unido a la influencia de nuevas corrientes arquitectónicas, provoca que muchas construcciones islámicas sean sustituidas por iglesias, templos y ermitas de estilo gótico y barroco. Además, se empiezan a edificar enormes caseríos, haciendas y edificios de uso civil donde los diferentes estilos decorativos se entremezclan.
La riqueza patrimonial de Pueblos Blancos solo es una prueba más del irrefutable valor histórico de la comarca de la Sierra de Cádiz que, a pesar de haber sido testigo de grandes hitos y acontecimientos, sigue más viva que nunca.