Molino de Siré
El Molino de Siré fue, en su origen, un convento carmelita fundado en la primera mitad del siglo XVIII. El paso del tiempo provocó que la finalidad religiosa del edificio pasase a industrial, convirtiéndose en una fábrica de aceite. Tanto la fachada como su planta son resultado de una mezcla de estilos barrocos y neoclásicos. Actualmente es considerado Bien de Interés Cultural por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía.